Esta receta tenía yo muchas ganas de hacerla y mira por donde.... hoy es el día, y lo compartiré con todos vosotros, para daros una idea de un plato rico y con una presentación en el emplatado, al menos distinta y no menos sorprendente.
- 1 Cebolla.
- 12 Mejillones.
- 1 Vaso de vino blanco.- Aceite de oliva.
- Agua.
- Perejil.
- 2 Hoja de laurel.
- Pimienta negra.
- Harina.
- 2 Hojas de gelatina de cola de pescado.
- Sal.
Pon los mejillones en una cazuela con agua, las hojas de laurel y un poco de pimienta negra. Cuécelos y reservamos tanto los mejillones como el agua.
En una sartén pon un poco de aceite y pocha la cebolla cortada. Una vez pochada, añadimos una cucharada de harina y la cocinamos. Ponemos el vaso de vino, el caldo de los mejillones, reservando un poco de caldo para hacer posteriormente la gelatina, y el perejil picado. Ahora es el momento de meter nuestro pescado, que habremos salpimentados y enrollado cogiéndolos con unos palillos para que el rollito no se desmonte. cocinamos durante unos 7 u 8 minutos.
Para hacer la gelatina, remoja en agua las hojas de gelatina. Cuela y vierte el agua que anteriormente reservamos del cocido de los mejillones en una cazuela. Pone en ella las hojas de gelatina y cocina 2 minutos removiendo con una cuchara. Pon un par de mejillones en cada molde y vierte el caldo de los mejillones con la gelatina en ellos. Deja enfriar en el frigorífico hasta que solidifique.
Presenta el plato con dos popietas de gallo, y una gelatina de mejillones, todo regado con un poco de salsa verde de las popietas. Si el comensal es de buen comer, lo mismo tienes que poner 4 popietas de gallo....tu mejor que nadie sabrás como presentar tu plato para satisfacer a tus comensales.
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